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Análisis

¿Por qué los informes federales futuros sobre la seguridad de las elecciones podrían no ser confiables?

Al nombrar a una activista con un historial de alegaciones falsas sobre las elecciones, el Departamento de Seguridad Nacional está dañando su propia credibilidad.

Voting booths
adamkaz/Getty
  • El cargo lo ocupa Heather Honey, activista conocida por propagar información falsa sobre las elecciones de Pensilvania.
  • La prensa, los gobiernos estatales y locales y el público deben tomar en cuenta la credibilidad dañada del DHS como contexto para las afirmaciones sobre la seguridad de los sistemas electorales.

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Mientras el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) se prepara para publicar en los próximos meses informes sobre la integridad de los sistemas electorales estatales, el público debe estar atento a las tácticas ya conocidas que utilizan los negacionistas de elecciones para propagar narrativas falsas o engañosas.

Desde que comenzó su segundo mandato, el presidente Trump ha realizado amplios intentos de ejercer control ilegítimamente sobre estos sistemas. En este contexto, en marzo, ordenó al DHS a preparar un informe sobre la seguridad de toda la tecnología electoral y revisar los padrones electorales estatales para detectar a votantes registrados que no reúnen los requisitos para votar.

A los pocos meses, el departamento actualizó su organigrama por lo bajo y agregó un nuevo cargo: el de una subsecretaria adjunta para la integridad de las elecciones.

El cargo lo ocupa Heather Honey, activista conocida por propagar información falsa sobre las elecciones de Pensilvania, como el mito desmentido en múltiples ocasiones de que el estado tenía más votos que votantes en las elecciones de 2020. La prensa, las autoridades electorales y otros expertos que han evaluado su trabajo encuentran patrones sistemáticos de un mal uso de los datos para ajustarlos a determinadas narrativas.

Luego de su nombramiento en el DHS, Honey organizó una llamada con las autoridades electorales de casi todos los 50 estados, donde, según trascendió, repitió las alegaciones falsas de que había habido un fraude generalizado en las elecciones de 2020, y citó un informe que sugería falsamente que las máquinas de votación habían sido manipuladas.

Desde 2017, el DHS y la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA, por sus siglas en inglés), que es parte del DHS, han ayudado a los estados a proteger la infraestructura electoral al proporcionar recursos y servicios a las autoridades y funcionarios electorales, advertirles sobre posibles amenazas de delincuentes y adversarios extranjeros, y propiciar el intercambio de información entre los estados y los distintos niveles de gobierno. Pero ahora, la credibilidad que había construido el DHS está en duda.

Después del hackeo de un sitio web electoral en Arizona, los funcionarios estatales contactaron a varias agencias aliadas estatales y federales, pero no se comunicaron con ningún componente del DHS debido a las dudas sobre su confiabilidad. Luego del nombramiento de Honey, el secretario de estado de Arizona Adrian Fontes advirtió sobre el profundo daño que han sufrido estas relaciones: “Cuando la agencia les da una plataforma a personas que han trabajado activamente para erosionar la confianza del público, se hace más difícil ver al DHS como un aliado confiable en materia de seguridad electoral”.

Expertos que han evaluado sus afirmaciones anteriores encuentran en Honey tácticas ya conocidas que utilizan los negacionistas de elecciones para propagar narrativas falsas o engañosas. Por lo general, estas tácticas consisten en señalar acontecimientos y datos reales para dar una apariencia de legitimidad a las teorías injustificadas y presentar titulares y encabezados engañosos que enmascaran los hallazgos reales.

De ahora en adelante, la prensa, los gobiernos estatales y locales y el público deben tomar en cuenta la credibilidad dañada del DHS como contexto para las afirmaciones sobre la seguridad de los sistemas electorales. Aquí se incluyen algunas de las técnicas a las que hay que prestar atención.

Escogen los datos que más les convienen

Honey desempeñó una función fundamental en los esfuerzos de desacreditar el Centro de Información de Registro Electoral Electrónico (ERIC, por sus siglas en inglés), una organización respaldada por una coalición de autoridades electorales de los dos partidos políticos.

ERIC utiliza una tecnología de coincidencias y datos de distintas fuentes estatales y federales para ayudar a los estados a tener padrones electorales más precisos, reducir el riesgo de eliminar a votantes válidos registrados y, al mismo tiempo, facilitar la detección de los raros casos de fraude. Pero la propagación de teorías conspirativas ha provocado que varios estados con gobiernos republicanos se hayan retirado de la cooperativa en los últimos años.

Un análisis independiente llevado a cabo por las organizaciones Votebeat y Spotlight PA reveló que las afirmaciones de Honey sobre ERIC omitieron métricas que habrían afectado significativamente sus conclusiones. Por ejemplo, Honey afirmó que “no hay pruebas que indiquen que [ERIC] haya producido una mejora en la precisión o padrones electorales más limpios”.

Pero para respaldar esta afirmación, Honey se concentró únicamente en las eliminaciones de votantes relacionadas a un cambio de domicilio y omitió otras categorías de eliminaciones. Además, solo citó los datos de 2020, que fue un año atípico: los datos de 2014, 2016, 2018 e incluso 2022 demuestran que los estados miembro de ERIC eliminaron a más votantes por motivos relacionados a cambios de domicilio que otros estados que no pertenecen al centro ERIC.

Con los mismos datos que tenía disponible Honey, Votebeat y Spotlight PA realizaron un análisis que incluyó todas las métricas pertinentes de cada año. Sus hallazgos contradicen directamente las conclusiones de Honey y señalan que los estados que usaron los datos de ERIC eliminaron a un mayor porcentaje de votantes inelegibles de sus padrones electorales que otros estados que no son miembro de ERIC.

Realizan declaraciones falsas sobre los sistemas y procesos electorales

Con frecuencia, Honey ha citado datos electorales oficiales para respaldar sus afirmaciones, pero sus conclusiones son defectuosas. Por ejemplo, el Departamento de Estado de Pensilvania explicó que la afirmación de Honey muy difundida de que el número de votos emitidos en las elecciones de 2020 en Pensilvania superó el número de votantes se desprende de lo hallado en una base de datos del historial electoral del estado que estaba incompleta, porque algunos condados importantes no habían terminado de cargar sus datos sobre la cantidad de votantes que había participado en las elecciones.

Además, los datos de los padrones electorales se actualiza constantemente, ya que las personas se mudan o dejan de ser elegibles para votar en el estado; una sola consulta de esos datos no produciría un total exacto de la participación de las personas votantes en una elección determinada.

Además, antes de las elecciones de medio término de 2022, Honey afirmó falsamente que Pensilvania había enviado 255,000 boletas a votantes sin verificar como respuesta a solicitudes de boletas que habían sido marcadas como “no verificadas” en los sistemas electorales internos.

El Departamento de Estado de Pensilvania explicó que esa etiqueta interna era, en realidad, una característica de seguridad, no un error. Las solicitudes de boletas de voto en ausencia y por correo se marcan como “no verificadas” para indicarles a los funcionarios que deben llevar a cabo pasos adicionales para verificar la identidad de esas personas votantes antes de que se puedan contar sus boletas.

Honey no modificó ni retiró sus declaraciones, incluso después de que las autoridades electorales hubieran explicado por qué sus alegaciones eran falsas o engañosas.

Presentan informes con titulares y encabezados engañosos

Honey también participó en la auditoría profundamente partidista y defectuosa llevada a cabo en 2021 por la compañía Cyber Ninjas sobre los resultados de las elecciones en el condado de Maricopa, Arizona. Hay correos electrónicos que sugieren que es muy probable que Honey haya contribuido al informe de esa compañía. Tal como el Brennan Center lo ha explicado, ese informe usó encabezados y titulares que exageraban o contradecían sus hallazgos reales.

Por ejemplo, sus autores usaron el encabezado “Votantes en persona que se habían mudado del condado de Maricopa” para una de las categorías de hallazgos a fin de insinuar que las personas allí incluidas habrían votado ilegítimamente. Pero en el cuerpo del texto, admitían que el servicio de verificación de domicilios comerciales que utilizaron era propenso a errores y no distinguía entre las mudanzas permanentes y las temporales, que tienen distintas consecuencias en la elegibilidad de las personas votantes.

Del mismo modo, el encabezado “Más boletas devueltas por votantes que boletas recibidas” sugería que se permitió emitir más de una boleta de voto por persona, pero los autores del informe no presentaron ninguna prueba que lo demostrara.

Tampoco explicaron las razones legítimas por las que un sobre de una boleta puede escanearse en el sistema más de una vez. Por ejemplo, la ley estatal de Arizona le exige al personal electoral pedirle a la persona votante corregir el sobre de su boleta si la firma no se pudo verificar (por ejemplo, porque era ilegible o estaba dañada).

Si bien este informe no presentó ninguna prueba de fraude y el recuento de boletas realizado por Cyber Ninjas fue casi idéntico al conteo original del condado, Trump afirmó al momento de su publicación que el informe “demuestra sin dudas que hubo suficientes votos fraudulentos, misteriosos y falsos como para cambiar el resultado de las elecciones en 4 o 5 veces”. Trump mencionó cifras y varios de los encabezados de categorías de boletas sin incluir ningún contexto para estas descripciones de categorías.

Usan herramientas y fuentes de datos no confiables

El grupo de Honey, PA Fair Elections, apoyó los esfuerzos de eliminar a votantes de los padrones a partir de datos de EagleAI, una plataforma muy vinculada a un supercomité de acción política, o súper-PAC, financiado por un importante donante de Trump. El Brennan Center ha señalado que EagleAI se basa exclusivamente en datos de dominio público, que no contienen los suficientes detalles de identificación necesarios para hacer coincidir la información sobre las personas con precisión y determinar correctamente su elegibilidad para votar.

 
Usar esta herramienta plantea el riesgo de señalar a votantes elegibles como inelegibles y privarles de su derecho al voto. Además, las listas generadas por EagleAI duplican, en su mayoría, los procesos existentes que ya llevan a cabo las autoridades electorales cuando realizan el mantenimiento de las listas de votantes, lo cual desperdicia tiempo y recursos en un momento en el que las oficinas electorales están luchando con recortes presupuestarios y escasez de personal.

El nombramiento en el Departamento de Seguridad Nacional de una líder con un historial documentado de alegaciones desmentidas sobre las elecciones señala un alarmante giro en la forma en que el DHS aborda la seguridad de las elecciones.

Mientras el departamento se prepara para publicar en los próximos meses informes sobre los sistemas electorales y las listas de votantes, los patrones aquí presentados deben servir como señales de alerta para cualquiera que desee analizar esos documentos.

Traducción de Ana Lis Salotti