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Análisis

Un arrebato de poder electoral, con un guiño a Putin

Las elecciones libres y justas de 2026 podrían estar en peligro.

agosto 19, 2025
Trump and Putin shaking hands
Andrew Caballero-Reynolds/Getty
  • Trump anunció que haría un gran esfuerzo para tomar el control de las elecciones en Estados Unidos.
  • Es probable que la orden ejecutiva busque prohibir o restringir seriamente la votación por correo, una prioridad de Trump desde 2020.

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Después de la reunión con Vladimir Putin del pasado viernes, el presidente Trump se jactó de que el dictador de Rusia había respaldado una de sus teorías conspirativas. Según Trump, Putin dijo: “No puedes tener elecciones honestas con una votación por correo”. (No hay que ser un exagente de la KGB para saber cómo impresionar a nuestro jefe de Estado).

Después, ayer, quizá envalentonado por su encuentro con un verdadero autócrata, Trump anunció que haría un gran esfuerzo para tomar el control de las elecciones en Estados Unidos.

En una publicación en Truth Social, declaró que iba a firmar “una ORDEN EJECUTIVA para ayudar a llevar HONESTIDAD a las elecciones de medio término en 2026” y “liderar un movimiento para eliminar las BOLETAS ENVIADAS POR CORREO”.

Ya estamos acostumbrados a las ridículas alegaciones del presidente en torno a las elecciones. Quizá ahora nos sintamos tentados a rodar los ojos con incredulidad, pero no deberíamos. Esto es terrible.

Es probable que la orden busque prohibir o restringir seriamente la votación por correo, una prioridad de Trump desde 2020. Para dejarlo en claro, la votación por correo es una práctica ampliamente favorecida y de una larga tradición, utilizada aproximadamente por un tercio de las personas ciudadanas. Todos los estados implementan medidas de seguridad de eficacia comprobada que garantizan que el proceso sea seguro y se desarrolle sin riesgos.

Trump dijo en su publicación que somos el único país en el mundo que usa el voto por correo. Supuestamente se lo dijo Putin, a quién Trump calificó de “hombre inteligente”, pero eso es rotundamente falso. Docenas de países utilizan el voto por correo, entre ellos, Canadá, Alemania y Reino Unido. (Y por supuesto, hasta el propio Trump suele votar por correo en Florida).

La orden también podría incluir a las máquinas de votación. “Y ya que estamos”, dijo en su publicación, deberíamos eliminar las “MÁQUINAS DE VOTACIÓN, que son muy costosas y seriamente controversiales”. Esto es una locura. Las máquinas que tienen un registro en papel (utilizadas por el 98 por ciento del electorado) son mucho más precisas y seguras que, digamos, contar las boletas a mano.

Irónicamente, la publicación de Trump apareció el mismo día en que Newsmax le pagó $67 millones a una compañía de máquinas de votación en una demanda por difamación que había surgido de la última ronda de alegaciones falsas sobre las elecciones de 2020.

Tratar de implementar cualquiera de estas políticas por medio de una orden ejecutiva sería flagrantemente ilegal y totalmente inconstitucional, otro arrebato de poder.

A comienzos de este año, Trump ya había tratado de arrebatar el control de las elecciones con una orden ejecutiva que le habría obligado a cada persona estadounidense a presentar un pasaporte u otro documento de ciudadanía para registrarse para votar con el formulario federal.

El Brennan Center y otros grupos presentaron una demanda, y los tribunales bloquearon la peor parte de esa movida. Esta nueva orden ejecutiva con la que se amenaza también podría terminar siendo humo, básicamente un comunicado de prensa malévolo.

Pero la publicación de Trump contiene una alegación terrorífica: “Recuerden, los estados no son más que ‘agentes’ que actúan en nombre del gobierno federal a la hora de contar y tabular los votos. Deben hacer lo que les dice el gobierno federal, representado por el presidente de los Estados Unidos, POR EL BIEN DE NUESTRO PAÍS”.

Esta afirmación rechaza rotundamente la Constitución: la Cláusula sobre las Elecciones de la Constitución da a los estados y al Congreso la facultad de administrar las elecciones. El presidente no tiene ninguna facultad de modificar las reglas electorales. En una democracia, los estados no son los agentes personales del presidente.

Si se aplicara, esta orden ejecutiva sería toda una intervención autoritaria en contra de nuestro sistema electoral. Imagínense al hombre que le exigió a un funcionario electoral estatal que le “encuentre” 11,780 votos, ahora a cargo de “contar y tabular los votos”.

Esta amenaza surge en un momento en el que hay tropas federalizadas y agentes enmascarados de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) patrullando las calles de Washington, DC. La semana pasada, agentes de ICE se aglomeraron afuera de un evento demócrata sobre la redistribución de distritos electorales en California.

Cabe recalcar que la orden ejecutiva con que ha amenazado Trump sería abiertamente ilegal y un tribunal la bloquearía. Pero aún es importante escuchar lo que Trump está diciendo. Está explicitando su objetivo: una intervención federal de las elecciones. Y si bien es posible que esta táctica en particular no funcione, es tan solo uno de los componentes de una incipiente campaña inconfundible de la administración para socavar nuestras elecciones, una iniciativa que abarca desde la desfinanciación de programas de seguridad electoral hasta los intentos de obtener acceso a los padrones electorales estatales.

Las personas votantes son quienes deben tener la última palabra en una democracia. Si no actuamos en contra de estas amenazas, las elecciones libres y justas de 2026 podrían estar en peligro. Entonces, ¿qué se puede hacer?

Los tribunales deben defender la Constitución cuando se trata de las elecciones, tal como lo hicieron con la orden ejecutiva anterior de Trump.

Los gobiernos estatales y las autoridades electorales estatales también deben dar pelea. Deben afirmar su derecho de supervisar las elecciones, continuar ofreciéndole al electorado opciones para votar, como el voto por correo y la votación anticipada, resistirse a la aplicación de órdenes ilegales y conservar el control de las máquinas de votación. El Brennan Center ha publicado información sobre cómo responder a solicitudes de acceso a datos y máquinas sensibles.

A la larga, la integridad de las próximas elecciones dependerá de quienes votan. Todos debemos denunciar estas movidas que buscan interferir en las elecciones. Es más difícil intervenir una elección cuando todos estamos mirando.

Volvamos a considerar la alegación de Trump de que los estados son sus “agentes” a la hora de tabular los votos. El gran héroe de Vladimir Putin tenía algo que decir al respecto: “Lo considero totalmente irrelevante quiénes del partido vayan a votar o cómo”, dijo Joseph Stalin, “pero lo que es extraordinariamente relevante es esto: quiénes contarán los votos y cómo”.

Traducción de Ana Lis Salotti.