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Análisis

Programas estatales y locales ayudan a reducir la influencia de las grandes donaciones en la política

El electorado de Seattle decidirá este martes si va a renovar la financiación de un programa de cupones que ha hecho más accesible presentarse a las elecciones en esa ciudad. 

agosto 4, 2025
Voter delivering ballot to King County ballot drop box
Elaine Thompson/AP
  • Algunos gobiernos estatales y locales están realizando cambios que reducen el poder de las grandes donaciones en la política.
  • En Seattle, se votará la Proposición 1 para decidir si el electorado quiere renovar el financiamiento del programa de Cupones para la Democracia que tiene la ciudad desde hace 10 años.

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El electorado en los estados de Arizona, Míchigan y Washington acudirá a las urnas este martes para celebrar sus elecciones primarias locales. Pero las opciones en las boletas estarán condicionadas por una verdad incómoda sobre la política en Estados Unidos: el costo de hacer campaña es tan alto que muchas personas estadounidenses ni siquiera consideran presentarse a elecciones para ocupar un cargo público.

El precio desorbitante de las campañas políticas obliga a quienes sí se presentan a elecciones a gastar gran parte de su tiempo y energía atrayendo a donantes adinerados.

Nada de eso es bueno para la democracia. Pero tampoco es permanente. Algunos gobiernos estatales y locales están realizando cambios que reducen el poder de las grandes donaciones en la política. De hecho, las elecciones del 5 de agosto incluyen la votación sobre un programa fundamental que hace justamente eso.

En Seattle, se votará la Proposición 1 para decidir si el electorado quiere renovar el financiamiento del programa de Cupones para la Democracia que tiene la ciudad desde hace 10 años. Si se aprueba durante las elecciones primarias, el programa seguiría financiado durante otros 10 años más. El programa hizo que presentarse a elecciones para ocupar los cargos de alcalde, concejal de la ciudad y fiscal de la ciudad sea más accesible, ya que expandió la selección de candidatos y el grupo de donantes.

Así funciona el programa: antes de cada elección local, la ciudad le entrega a cada residente cuatro cupones para la democracia con un valor de $25 cada uno, para que los distribuya entre los participantes del programa de su preferencia. Las personas candidatas pueden recibir ese dinero y gastarlo en sus campañas una vez que cumplan con los requisitos del programa.

La población votante de Seattle aprobó el programa de Cupones para la Democracia en 2015. Desde entonces, el programa ha hecho que las personas electas dependan menos de las grandes contribuciones de unos pocos donantes adinerados. Las contribuciones de más de $250 han bajado un 93 por ciento en las elecciones locales, mientras que la cantidad de residentes de Seattle que usa cupones se ha más que duplicado: en 2017, fueron 20,727; en 2021 fueron 48,071 personas. Ello significa que los candidatos pueden dedicar más tiempo con más personas a las que aspiran a representar, crear relaciones y escuchar sus problemas.

El programa también ha ayudado a elegir a más mujeres y personas no blancas. Un estudio reveló que, antes de la creación del programa, las personas no blancas y las mujeres componían el 30 por ciento y el 50 por ciento, respectivamente, del grupo de candidatos electos. Estas cifras aumentaron al 58.3 por ciento para las personas no blancas y al 66.7 por ciento para las mujeres después de la implementación del programa.

Nikkita Oliver, candidata al concejo de la ciudad en 2021, dijo al Seattle Times que el programa permite a las personas candidatas “sin importantes conexiones con comunidades adineradas” presentarse a elecciones y, así, “abre la democracia a mucha más gente”.

Asimismo, el programa ha incrementado el porcentaje de personas no blancas que donan a las campañas locales en Seattle, que en 2013 era de menos del 1 por ciento y en 2021 subió al 8 por ciento. Gina Owens, residente de Seattle y donante de campañas por primera vez mediante los cupones, afirmó: “Siempre tenía problemas para usar mi dinero para las campañas, porque tengo un hogar que mantener”. Pero ahora, continuó, mediante este programa, “la gente como yo puede contribuir de maneras en que antes no podíamos”.

El programa de Cupones para la Democracia de Seattle ha proporcionado beneficios tangibles a la ciudad y, este martes, el electorado debería apoyarlo. Sus éxitos reflejan la experiencia de los 40 gobiernos locales y estatales de todo el país que han promulgado distintos tipos de financiamiento público de campañas.

El estado de Nueva York, por ejemplo, multiplica con fondos públicos las pequeñas contribuciones de entre $5 y $250 de donantes que residen en el mismo distrito que el candidato. Tras haber cumplido tan solo su primer ciclo en 2024, el programa ya ha tenido importantes efectos sobre el financiamiento de campañas estatales. Las grandes donaciones de $1,000 o más disminuyeron del 70 por ciento o más en elecciones anteriores al 38 por ciento en 2024.

Al mismo tiempo, la cantidad de neoyorquinos que realiza donaciones pequeñas a candidatos de su mismo distrito aumentó significativamente, del 5 por ciento de la financiación total en ciclos anteriores al 45 por ciento en 2024.

La influencia de la clase ultrarrica en la política no es algo nuevo, pero ha alcanzado niveles sin precedentes en las últimas décadas. Este verano, en Seattle la población votante tiene la oportunidad de votar a favor de la Proposición 1 y asegurarse de que la ciudad siga empoderando tanto a las personas candidatas como a las personas donantes.

En 2023, el Pew Research Center reveló que el 85 por ciento de las personas adultas en EE. UU. está de acuerdo con “que el costo de las campañas políticas hace difícil que la gente buena se presente a elecciones”. La encuesta demostró que tanto republicanos como demócratas, en iguales proporciones, piensan lo mismo.

No hay dudas de que el pueblo estadounidense ve el problema. También puede resolverlo, siguiendo el ejemplo de Seattle, el estado de Nueva York y otros que han implementado reformas eficientes.

Cinthia Illan-Vazquez es la directora ejecutiva del Washington Bus, una organización que moviliza a la juventud, y miembro de la Coalición para la Justicia Electoral de Washington.

Celina Avalos Jaramillo se desempeña como estratega de campañas de defensa de derechos en el Programa sobre Gobierno y Elecciones del Brennan Center y se centra en temas relacionados con la administración electoral y el dinero en la política.

Traducción de Ana Lis Salotti.