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Illustration of an officeholder taking an oath of office surrounded by the silhouettes of people yelling. Adrià Fruitos

Esta es una versión abreviada del informe en inglés que se encuentra aquí

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La insurrección que tuvo lugar el 6 de enero en el Capitolio pareció marcar una nueva cúspide de intimidación extremista contra las autoridades públicas.

Pero, definitivamente, no fue el único acto de violencia política en romper con el período de estabilidad relativa que les siguió a los asesinatos de la década de 1960 footnote1_wakaryo 1 Ned Parker and Peter Eisler, “Political Violence in Polarized U.S. At Its Worst Since 1970s,” Reuters, August 9, 2023, https://www.reuters.com/investigates/special-report/usa-politics-violence/. . Antes de eso, ocurrió en 2017 un tiroteo que hirió al congresista Steve Scalise y a otros colegas, perpetrado por un detractor de Trump. footnote2_ckjckl3 2 Michael D. Shear, Adam Goldman, and Emily Cochrane, “Congressman Steve Scalise Gravely Wounded in Alexandria Baseball Field Ambush,” New York Times, June 14, 2017, https://www.nytimes.com/2017/06/14/us/steve-scalise-congress-shot-alexandria-virginia.html; and Domenico Montanaro, “Sanders of Supporter and Alleged Shooter: ‘Violence of Any Kind Is Unacceptable,” NPR, June 14, 2017, https://www.npr.org/2017/06/14/532935398/sanders-of-supporter-and-alleged-shooter-violence-of-any-kind-is-unacceptable. Hubo también un supuesto plan de asesinar al magistrado de la Corte Suprema Brett Kavanaugh en manos de un hombre que se oponía a la decisión en el caso Dobbs. footnote3_ee7l892 3 Mark Sherman, Michael Balsamo, and Michael Kunzelman, “Armed Man Arrested for Threats to Kill Justice Kavanaugh,” Associated Press, June 8, 2022, https://apnews.com/article/us-supreme-court-brett-kavanaugh-district-of-columbia-maryland-government-and-politics-179d18e7f933b3decbaddb542ceb0b29. Estuvo también el ataque con un martillo contra el marido de la congresista Nancy Pelosi, consumado por un hombre de extrema derecha y con teorías conspiratorias que quería atacar a la entonces presidenta de la Cámara de Representantes en su casa. 

A ello le siguieron las amenazas realizadas por un grupo de extremistas republicanos contra algunos congresistas que se disputaban el cargo de Pelosi. footnote4_11o75ch 4 Daniel Trotta, “Federal Jury Convicts Man in Hammer Attack on Pelosi’s Husband,” Reuters, November 17, 2023, https://www.reuters.com/legal/jury-deliberates-fate-man-who-attacked-nancy-pelosis-husband-2023-11-16; and Justine McDaniel and Marianna Sotomayor, “Threats Continue Toward Republicans Voting Against Jordan for Speaker,” Washington Post, October 20, 2023, https://www.washingtonpost.com/politics/2023/10/20/house-speaker-jordan-threats/. Estos actos de violencia salieron en los titulares de noticias y alentaron a que se incrementara la seguridad para las autoridades federales. footnote5_el6m3gi 5 Greg Morton, Marianna Sotomayor, and Camila DeChalus, “Lawmakers Are Spending Way More to Keep Themselves Safe. Is It Enough?,” Washington Post, September 18, 2023, https://www.washingtonpost.com/politics/2023/09/18/congress-security-spending-violence-threats/; and Melissa Quinn, “House Passes Bill to Bolster Security for Supreme Court Justices,” CBS News, June 14, 2022, https://www.cbsnews.com/news/supreme-court-security-bill-house-vote-brett-kavanaugh/.  

Sin embargo, durante el mismo período, con mucha menos atención y, por lo general, muy pocos recursos, las autoridades gubernamentales locales y estatales de todo el país han enfrentado un aluvión de agresiones intimidantes. Estas amenazas y ataques restringen la libertad con la que los funcionarios electos interactúan con su electorado, limitan la gama de posiciones políticas que sienten que pueden tomar sin sufrir riesgos a su seguridad y les hace sentir menos disposición para continuar en su función pública.

Si no se lo resuelve, este problema bien puede poner en peligro no solo a cada persona que trabaja en la política, sino también, en el sentido más amplio, al funcionamiento libre y justo de una democracia representativa, en todos los niveles de gobierno.  

“El último otoño fue la última vez que recibí una amenaza de muerte realmente grave”, señaló al Brennan Center una persona que ocupa un cargo en una legislatura estatal. “Tenía fecha, hora y lugar específicos. Me iban a matar a mí, después iban a ir a la estación de policía, iban a volarse a sí mismos y matar a la mayor cantidad de oficiales posible”. 

Una serie de encuestas a nivel nacional realizadas en octubre de 2023 —una entre legisladores estatales y cuatro encuestas trimestrales entre autoridades locales—, junto con 36 entrevistas exhaustivas, revelan la importancia que tienen estas agresiones sobre la permanencia en sus cargos de estas autoridades y cómo repercuten en sus decisiones. En total, estos datos representan a más de 1,700 autoridades provenientes de los 50 estados y abarcan una amplia gama de edades, afiliaciones políticas, ideologías, géneros, orientaciones sexuales, identidades raciales y étnicas y creencias religiosas. 

Las autoridades de todas estas categorías demográficas informaron haber recibido amenazas o ataques durante los últimos tres años. Y señalaron que el volumen y la gravedad de las agresiones han aumentado en los últimos años. Más del 40 por ciento de legisladores estatales fueron objeto de amenazas o ataques en los últimos tres años y más del 18 por ciento de autoridades locales durante el último año y medio. footnote6_7exnt8j 6 See Section I, Overview of Sources and Methods. Estas cifras alcanzan el 89 por ciento entre legisladores estatales y el 52 por ciento entre autoridades locales cuando se incluyen formas menos graves de agresión, como insultos, acosos o acechos (stalking). footnote7_6dyr26k 7 The surveys of state and local officeholders all provided the gradations of abuse in the box below, with the survey of state legislators spelling out the exact definitions.

Las encuestas y entrevistas revelaron importantes variaciones en las experiencias de las autoridades. La formas de agresión contra las autoridades mujeres, de raza no blanca, de minorías religiosas y de la comunidad LGBTQ+ en ejercicio tendían a transmitir un odio misógino, racista, religioso u homofóbico.

Algunas personas señalaron como factores agravantes las publicaciones virales en las redes sociales y la desregulación de las armas. Un importante número de personas no conocía los procedimientos formales de denuncia de incidentes ni sabía de los últimos incrementos en la seguridad ofrecida por el gobierno en los edificios o medios de transporte. 

En un momento de debates acalorados sobre temas existenciales, tales como la autonomía de la mujer, la regulación de las armas y la igualdad racial, estas amenazas al funcionamiento libre y justo de un gobierno representativo nos incumben a todo el mundo. 

Como lo señaló la delegada de la Cámara de Representantes de Virginia Eileen Filler-Corn, “Íbamos a ayudar a mejorar la vida de las demás personas. Pero nunca pensamos que nuestras vidas o, lo que es más importante, las vidas de nuestras familias y seres queridos iban a correr peligro. Creo que vamos a perder a mucha gente capaz debido a eso”.

Principales hallazgos

Las autoridades locales y estatales informan niveles alarmantes y cada vez más altos de amenazas y otras formas de agresión.

  • El 43 por ciento de legisladores estatales recibió amenazas.
  • El 18 por ciento de autoridades locales recibió amenazas.
  • El 38 por ciento de legisladores estatales señaló que la cantidad de agresiones que enfrentaron ha aumentado desde que asumieron su cargo por primera vez, mientras que tan solo el 16 por ciento señaló que ha disminuido.
  • El 29 por ciento de legisladores estatales remarcó que la gravedad de los incidentes ha aumentado, mientras que tan solo 12 por ciento indicó que ha disminuido.

La gravedad y la naturaleza de las agresiones varían de acuerdo al grupo demográfico.

  • Una mayor proporción de mujeres que de hombres y una mayor proporción de personas republicanas que demócratas informó un aumento en la gravedad de las agresiones desde que asumieron su cargo por primera vez.
  • Las mujeres fueron tres a cuatro veces más propensas que los hombres a ser objeto de agresiones por cuestiones de género.
  • Las autoridades de raza no blanca fueron más de tres veces más propensas que las de raza blanca a ser objeto de agresiones por cuestiones raciales.
  • Una mayor proporción de autoridades electas mujeres y de raza no blanca recibió agresiones contra su familia, incluidos sus hijos.
  • Las mujeres que ocupan un cargo en legislaturas estatales fueron casi cuatro veces más propensas que los hombres a ser objeto de agresión de índole sexual.

La agresión amenaza al funcionamiento libre y justo de la democracia.

  • Más del 40 por ciento de las autoridades locales dijeron tener menos disposición a presentarse para su reelección u ocupar un cargo más alto debido a las agresiones recibidas. El porcentaje de posible desgaste es más alto entre las mujeres, ya que aproximadamente la mitad se muestra menos dispuesta a continuar. footnote8_21qhkee 8 The survey of local elected officeholders asked, “To what extent have concerns about insults, harassment, threats, or attacks negatively impacted your willingness to do each of” a variety of actions, such as running for reelection. For each proposed action, officeholders could respond on a four-category scale: “a lot,” “somewhat,” “a little,” or “not at all.” When reporting what proportion of local officeholders are less willing to engage in these actions, we grouped together responses of “a lot,” “somewhat,” or “a little.” For example, when asked about willingness to run for reelection, 14 percent of officeholders answered “a lot,” 11 percent answered “somewhat,” and 14 percent answered “a little,” for a total of 39 percent saying they are less willing to run for reelection. Among women, 20 percent answered “a lot,” 15 percent answered “somewhat,” and 14 percent answered “a little,” for a total of 49 percent. The gender differences did not change meaningfully when we tried grouping answers differently: For example, 25 percent of officeholders were “a lot” or “somewhat” less willing to run for reelection, compared to 35 percent of women officeholders.
  • Más del 20 por ciento de las autoridades estatales y aproximadamente el 40 por ciento de las locales reconocen sentirse menos dispuestas a trabajar en temas controversiales debido a la agresión recibida.
  • El 53 por ciento de legisladores estatales cree que las agresiones han desalentado a sus colegas a abordar temas controversiales.
  • Aproximadamente la mitad de las autoridades informó una reticencia a comunicarse a través de las redes sociales por miedo a agresiones.
  • El 23 por ciento de legisladores estatales tuvo menos probabilidades de llevar a cabo eventos en espacios públicos por miedo a agresiones. 

Dada la prevalencia de las agresiones que reciben las autoridades locales y estatales —y la amenaza que ello implica a una democracia representativa—, el gobierno y otros entes públicos deben tomar medidas con urgencia para mitigar este problema. 

Recomendaciones clave

Las autoridades y otras figuras influyentes deben condenar las agresiones y fomentar una mayor seguridad para las autoridades.

  • Los gobiernos locales y estatales deben brindar capacitaciones a sus autoridades, a cargo de especialistas, sobre cómo resistir a la violencia basada en el odio, que abarquen técnicas de intervención de testigos, es decir, cómo cualquier persona que no esté directamente perpetrando ni recibiendo la agresión puede ayudar a reducir el problema.
  • Otras figuras influyentes, como líderes empresariales y comunitarios, deben rechazar públicamente la agresión contra autoridades.
  • Los estados deben brindar y alentar el uso de servicios de salud mental para las autoridades y el personal que son objeto de agresiones.

Los estados deben sistematizar la seguridad para proteger tanto a sus autoridades como al público en general.

  • Los estados deben realizar un seguimiento sistemático de todas las amenazas que reciben sus autoridades y, al mismo tiempo, asegurarse de no restringir las libertades civiles.
  • Los estados deben proporcionar los suficientes recursos y capacitaciones de seguridad física para sus autoridades.
  • Los estados deben regular la portación oculta y a la vista de armas de fuego en sitios donde las autoridades interactúan con el público.
  • Los estados deben permitir que las personas candidatas y autoridades puedan restringir la portación de armas en las asambleas públicas, los actos de campaña política y otros eventos públicos.
  • Los estados deben actualizar las leyes de financiamiento de campañas políticas para permitir que las personas candidatas y los partidos políticos puedan financiar medidas legítimas de seguridad.

Los estados, las autoridades y las redes sociales deben actualizar sus políticas de privacidad y libertad de expresión.

  • Los estados deben proteger la información personal de sus autoridades locales y estatales, tales como su domicilio, con las excepciones correspondientes para la correcta rendición de cuentas ante la población.
  • Cuando actualizan sus políticas, los cuerpos legislativos, las autoridades y las redes sociales deben priorizar la libertad de poder debatir en público sin peligros a la seguridad personal, en aras de reducir la posibilidad de ocasionar daños graves en las redes. 

Incluso en el ambiente de riesgos en el que viven, muchas autoridades recalcaron que ejercer una función pública como funcionario electo sigue siendo fundamental y, a menudo, gratificante para aquellas personas que creen que sus comunidades merecen tener voz durante la formulación de políticas. En particular, las mujeres y las personas de raza no blanca que ocupan cargos gubernamentales expresaron el temor de que, si se da a conocer la frecuencia con la que son objeto de agresión, ello pueda disuadir a líderes emergentes a avanzar en la política.

 “Es un privilegio y, muchas veces, una alegría que te elijan para ejercer un cargo y servir a tu comunidad”, indicó Glynda Carr, presidenta y CEO de Higher Heights, una organización sin fines de lucro, no partidaria y dedicada a ampliar los canales para que las mujeres negras puedan llegar a ser electas en todos los niveles de gobierno. 

“Pero aún queda un largo camino por recorrer. Este estudio demuestra que las personas que tienen el poder y los recursos deben hacer más y fomentar las condiciones necesarias para que todas las personas talentosas puedan dar un paso al frente y convertirse en líderes”, agregó. 

Esta perspectiva pone de relieve la necesidad de contar con recursos que, a fin de cuentas, permitan que participen más personas en el proceso democrático de un modo libre y seguro y, al mismo tiempo, eviten restringir los espacios cívicos indebidamente. 

Síntesis de las fuentes y métodos de estudio

Este informe se basa en tres series de datos originales: 1) tres entregas de una encuesta nacional en curso realizadas en 2023 entre más de 1,350 autoridades locales y en colaboración con Bridging Divides Initiative, una iniciativa de investigación sobre la violencia política de la Universidad de Princeton, y CivicPulse, otra organización sin fines de lucro; footnote9_763hqcg 9 There were 1,440 responses from 1,379 unique officeholders. The Bridging Divides Initiative and CivicPulse conducted a shorter version of this survey, with more than 400 unique local official respondents, in late 2022. To get the broadest possible view of demographic disparities in threat levels, this study’s reported levels of threats, harassment, insults, and attacks additionally incorporate the data from the 2022 surveys. The survey was sent to random samples of local elected officials in the United States in township, municipality, and county governments that serve populations of more than 1,000 residents. See Bridging Divides Initiative, “Understanding Threats and Harassment to Local Officials, accessed November 15, 2023, https://bridgingdivides.princeton.edu/UnderstandingThreats; and CivicPulse, “Threats and Harassment in Local Government,” accessed November 15, 2023, https://www.civicpulse.org/threats-harassment.  2) una encuesta nacional efectuada por el centro de sondeos de opinión pública Eagleton Center for Public Interest Polling de la Universidad de Rutgers a más de 350 legisladores estatales entre agosto y octubre de 2023; y 3) entrevistas exhaustivas llevadas a cabo en 2023 con 36 legisladores estatales en ejercicio y ya retirados. 

Las organizaciones a cargo de administrar las encuestas a autoridades locales las enviaron a una muestra aleatoria de autoridades. Las entrevistas diseñadas para legisladores estatales se enviaron a todo legislador o toda legisladora en sus funciones durante 2023, con una llegada específica para lograr una buena diversidad geográfica, racial y de género dentro de este grupo al que suele ser difícil de llegar. footnote10_srp30yg 10 Cherie Maestas, Grant W. Neeley, and Lilliard E. Richardson, “The State of Surveying Legislators: Dilemmas and Suggestions,” State Politics & Policy Quarterly 3, no. 1 (2003): 90–108, https://doi.org/10.1177/153244000300300104.  

Para asegurarse de que los hallazgos fueran lo más representativos posible de las poblaciones reales de autoridades locales y estatales, el equipo de analistas ponderó los datos según distintas características, como género e inclinaciones políticas de las poblaciones locales. Las encuestas tanto a las autoridades locales como a legisladores estatales pedían que cada participante identificara su propia raza de una amplia lista de opciones.

Este estudio define como persona no blanca a quienes hayan elegido cualquier otra categoría que no sea blanca y a quienes hayan elegido “de origen hispano”. footnote11_nqpibha 11 Those who chose only the category “Prefer to self-describe” in the survey of local officeholders were treated as “White” based on the content of the free-form descriptions participants provided for this category, e.g., “Irish.”   

Los legisladores y las legisladoras estatales respondieron a una sola encuesta que cubría su actual mandato en ejercicio y el período de campaña anterior a su mandato, lo cual, por lo general, abarcaba de dos a tres años. Esta encuesta no les pidió que enumeraran los distintos incidentes de agresión.

Por otro lado, las autoridades locales respondieron a encuestas trimestrales donde se les preguntó sobre sus experiencias durante el trimestre anterior y se les dio múltiples oportunidades para informar los incidentes de agresión. (Este método de análisis evita que se produzca la excesiva representación por tener personas encuestadas repetidas). Se constató un altísimo porcentaje de amenazas —el 43 por ciento de legisladores— en las encuestas a legisladores estatales y un 18 por ciento en las encuestas a autoridades locales.

Pero surgieron desigualdades raciales y de género más pronunciadas en las encuestas a las autoridades locales, probablemente debido a una mayor frecuencia de denuncias de agresión de autoridades mujeres y de raza no blanca. footnote12_r2p3b4s 12 The state legislator survey would count an average of five threats against a legislator of color in the past three years as equivalent to an average of one threat against a white legislator over that same period: Both legislators would simply answer “yes” to whether they had been threatened. In contrast, the local officeholder survey would capture only threats experienced within the three months prior to each survey administration. This is one potential explanation for some of the differences between the results of the two surveys: A larger proportion of state legislators than local officeholders reported experiencing hostility, as they were asked to report not only on the three months prior but on their entire term of office as well as the campaign for that term. But race and gender gaps were more apparent in the survey of local officeholders than in the survey of state legislators, as local officeholders were surveyed repeatedly over the year, so that more-frequent abuse of officeholders of color and women would have been documented in more-frequent “yes” answers covering the prior three months.  

Los conocimientos del consejo consultivo de este proyecto, los estudios académicos anteriores sobre ciencias sociales y derecho relativos a la materia y las noticias pertinentes al tema formaron la base del diseño y la interpretación de datos de este estudio. Estas distintas fuentes permitieron llevar a cabo análisis matizados sobre la prevalencia, naturaleza y consecuencias de las agresiones que enfrentan las autoridades locales y legisladores estatales. 

Experiencias de agresión contra las autoridades 

Durante los últimos años, las autoridades a nivel local y estatal han sido objeto de lenguaje ofensivo y actos de agresión. En respuesta a las preguntas de las encuestas que daban cuatro grados de agresión —insultos, acosos, amenazas y ataques físicos—, una importante proporción de autoridades de distintas razas, géneros, edades, partidos políticos y regiones geográficas informó haber experimentado los tipos más graves de agresión. La encuesta a legisladores estatales definió los siguientes grados de agresión:

  • Insultos: Acciones, gestos o comentarios degradantes, despectivos u ofensivos que molestan, desprecian o humillan
  • Acosos: Acciones, atención o comportamientos persistentes y no provocados que ocasionan angustia, miedo o incomodidad, tal como cuando se persigue o se acecha a alguien (stalking)
  • Amenazas: Expresiones explícitas o implícitas que transmiten una intención de hacerle mal, lesionar u ocasionarle daño a una persona o a sus seres cercanos y que implican un riesgo inminente para el bienestar y la seguridad de la persona
  • Ataques físicos: Manotazos, empujones, tiros con proyectiles, golpes, secuestros, intentos de asesinato u otros actos de violencia física

El 43 por ciento de legisladores estatales ha recibido amenazas de agresión hacia su persona o hacia sus seres cercanos durante su actual mandato o su campaña anterior, según las respuestas recibidas de legisladores de los 50 estados. El mismo porcentaje fue víctima de acosos, que incluyen comportamientos amenazantes como cuando se persigue y se acecha a alguien (stalking). El 4 por ciento de legisladores estatales fue atacado físicamente.

El 18 por ciento de las autoridades locales informó haber recibido amenazas en cada uno de los trimestres que abarcaron las entregas de las encuestas. El 36 por ciento dijo haber recibido acosos. Y el 1 por ciento informó ataques físicos. 

Un dato menos sorprendente, pero igualmente perturbador para las víctimas, es que el 86 por ciento de legisladores estatales y el 49 por ciento de las autoridades locales recibieron insultos, entre ellos, improperios racistas, homofóbicos y misóginos. Un 38 por ciento de legisladores estatales señaló que la cantidad de agresiones ha aumentado con el tiempo y el 29 por ciento, que su gravedad también ha aumentado. 

Estos resultados coinciden con otras investigaciones recientes que evaluaron grupos de autoridades más específicos y medios de agresión determinados. Un estudio reveló que, en la primera mitad de 2019, un senador o senadora estatal promedio “experimentaba acoso y agresión en las redes sociales todos los meses”. footnote13_bgbc8wb 13 Rebekah Herrick and Sue Thomas, “Not Just Sticks and Stones: Psychological Abuse and Physical Violence Among U.S. State Senators,” Politics & Gender 18, no. 2 (June 2022): 434, https://doi.org/10.1017/S1743923X2000063X.

Un estudio realizado en 2017 demostró que los alcaldes y las alcaldesas “enfrentan importantes niveles de violencia física y maltrato psicológico y que estos casos son muy frecuentes en todo tipo de ciudades”. footnote14_11grkfp 14 Rebekah Herrick et al., “Physical Violence and Psychological Abuse Against Female and Male Mayors in the United States,” Politics, Groups, and Identities 9, no. 4 (June 2019): 681, https://doi.org/10.1080/21565503.2019.1629321. En el condado de San Diego, California, el 75 por ciento de las autoridades electas de todos los partidos políticos dijo haber sido objeto de amenazas y acosos en 2022, según otro estudio. footnote15_g8nporh 15 Rachel Locke and Carl Luna, How Scared Are You?: Mapping the Threat Environment of San Diego’s Elected Officials, Kroc Institute for Peace and Justice at the University of San Diego’s Kroc School and Institute for Civil Civic Engagement, August 8, 2023, 11, https://digital.sandiego.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1068&context=ipj-research. See also Bridging Divides Initiative, “Understanding Threats and Harassment”; and CivicPulse, “Threats and Harassment in Local Government.”

Muchísimas autoridades describieron la forma en que la persona agresora causó miedo o incluso atacó a su personal. Una persona señaló: “Me preocupa más mi personal del distrito, porque son ellos los que están más afuera”. 

Otra persona dijo que “el personal ha tenido que obtener números de teléfono privados, les han dicho que están del lado equivocado de la historia, han tenido que reparar el daño que les hicieron en las redes sociales, han denunciado cientos de publicaciones y comentarios negativos, han tenido que modificar su configuración para que nos les etiquetaran”.

Agresión por motivos de identidad

La gravedad de las agresiones —que van desde insultos y amenazas hasta ataques físicos— fue, por lo general, peor para las autoridades locales que provienen de contextos históricamente marginados, como las mujeres y las personas no blancas. Estas autoridades también fueron objeto de agresiones contra sus hijos y familias. Las mujeres y las personas no blancas en todos los niveles de gobiernos experimentaron más agresión debido a su género y su raza. footnote16_l7zi8pi 16 See Bridging Divides Initiative, “Understanding Threats and Harassment”; and CivicPulse, “Threats and Harassment in Local Government.”

Durante las entrevistas, las autoridades que se identificaron como integrantes de minorías religiosas o de la comunidad LGBTQ+ informaron agresiones debido a esos aspectos de su identidad. Las autoridades que tienen más de una categoría de identidad —por ejemplo, mujeres no blancas— suelen recibir peores agresiones y daños particularmente más graves. 

Entre las mujeres legisladoras estatales, el 22 por ciento fue objeto de agresión por cuestiones de género. También informaron una mayor gravedad en las agresiones que los hombres. El 55 por ciento de legisladores estatales de raza no blanca recibió agresiones por cuestiones raciales (consultar la figura 1). 

Las personas republicanas que ocupan un cargo en las legislaturas estatales denunciaron mayores amentos en la cantidad de agresiones recibidas que las demócratas. Dado que sus líderes a veces no han condenado los actos de violencia ni la retórica violenta, las autoridades republicanas locales y estatales han recibido agresiones de personas de su mismo partido político por negarse a respaldar posiciones extremas. footnote17_2kekm57 17 Lisa Lerner and Astead W. Herndon, “Menace Enters the Republican Mainstream,” New York Times, June 22, 2023, https://www.nytimes.com/2021/11/12/us/politics/republican-violent-rhetoric.html.  

Entre las autoridades locales, el 12 por ciento de las mujeres informó haber recibido comentarios hostiles sobre su género, y el 14 por ciento de las personas no blancas recibió comentarios hostiles sobre su raza o etnicidad (consulte la figura 2). 

Entre las autoridades locales, las mujeres y las personas no blancas experimentaron más agresiones y más graves que los hombres y las personas blancas. El 23 por ciento de las mujeres dijo haber recibido amenazas, comparado con el 16 por ciento de los hombres. El 25 por ciento de las personas no blancas informó haber sido objeto de amenazas, en comparación con el 18 por ciento de las autoridades de raza blanca. 

En las legislaturas estatales, las desigualdades raciales y de género no fueron tan pronunciadas, y es posible que ello responda a las diferencias en el diseño de las encuestas. Dado que las personas legisladoras estatales respondieron a una sola encuesta que abarcaba un período de varios años, las diferencias en la frecuencia de las agresiones informadas dentro de ese período no fueron muy aparentes: un “sí” referente a dos o más instancias de agresión durante ese período se contó igual que un “sí” referido a una sola instancia.

En cambio, las autoridades locales respondieron a varias encuestas y cada una abarcaba tan solo tres meses, lo cual crea la posibilidad de responder “sí” varias veces a medida que pasa el tiempo. 

Las personas no blancas tanto en el gobierno local como en el estatal fueron al menos tres veces más propensas que las autoridades de raza blanca a experimentar agresión por cuestiones raciales. Una mujer no blanca que ocupa el cargo de legisladora estatal recordó haber escuchado a un colega hacer comentarios racistas: “Durante mi primera sesión, se habló mucho sobre cuestiones raciales. Hubo alguien que hizo un chiste sobre linchamientos y un comentario sobre el acuerdo de las tres quintas partes”.

Y agregó, en términos más generales: “Creo que las agresiones que más me acuerdo son en las que me llamaban ‘negra’. Pero seguro que hubo más que eso”. 

Las autoridades mujeres fueron al menos tres veces más propensas que los hombres a recibir agresiones por cuestiones de género. En las legislaturas estatales, las mujeres fueron casi cuatro veces más propensas que los hombres a ser objeto de comportamientos hostiles de índole sexual. footnote18_is0kr1t 18 Local officeholders were not asked about their experiences of sexual abuse.

Las autoridades más jóvenes y más mayores, junto con las legisladoras estatales mujeres, fueron más propensas que los hombres a sentir agresiones por cuestiones de edad. 

Entre las autoridades locales, una mayor proporción de mujeres y de personas no blancas que de autoridades hombres y de raza blanca informó haber oído comentarios ofensivos sobre sus hijos y familias. Si bien estas desigualdades raciales y de género no se vieron con claridad en las encuestas a legisladores estatales, es posible que esta diferencia, nuevamente, pueda deberse al diseño de la encuesta, que contó una sola instancia de agresión de una persona encuestada de la misma forma que varias instancias de otra persona durante el mismo período de tres años.

Incluso sin estas diferencias grupales, las respuestas en las encuestas a legisladores estatales fueron llamativas: el 22 por ciento señaló haber recibido comentarios ofensivos sobre sus hijos y familias. 

Una legisladora estatal recordó un mensaje insultante que le había enviado un detractor: “En esencia, lo que él quería era que yo volviera a la cocina, donde pertenecía, porque una mujer no tenía ningún lugar en el Capitolio redactando leyes. Y que tenía que estar en mi casa criando a mi familia, asegurándome de que mi marido tenga comida sobre la mesa todas las noches y pueda saciar sus deseos sexuales”.

Lena Taylor, senadora de raza negra en el estado de Wisconsin, describió haber recibido múltiples formas de agresión: “Me han dicho de todo, p---, negra, z----, lo que se te ocurra”.

Los resultados de las encuestas que demostraron que las mujeres y las personas no blancas tienden a enfrentar agresiones más intensas que otras autoridades coinciden con varios estudios anteriores. El estudio realizado en 2017 entre alcaldes y alcaldesas reveló que las mujeres eran más propensas a ser objeto de violencia física y maltratos psicológicos que los hombres. footnote19_k6d3iib 19 Herrick et al., “Physical Violence and Psychological Abuse Against Female and Male Mayors.” Entre las personas candidatas al Congreso en 2020, las mujeres no blancas recibieron más agresiones sexistas, racistas y violentas en las redes sociales, de acuerdo con otro estudio. footnote20_58018st 20 Dhanaraj Thakur and DeVan L. Hankerson, eds., An Unrepresentative Democracy: How Disinformation and Online Abuse Hinder Women of Color Political Candidates in the United States, Center for Democracy & Technology, October 27, 2022, 8, https://cdt.org/wp-content/uploads/2022/10/update-anunrepresentativedemocracy-a11y-102622-1710.pdf.

Las entrevistas también revelaron la existencia de agresiones por cuestiones de identidad entre legisladores de la comunidad LGBTQ+, aunque la cantidad de personas encuestadas que se identificaron como LGBTQ+ fue demasiado baja como para analizar estadísticamente. La representante estatal lesbiana Kelly Cassidy de Illinois puntualizó:

“No importa el tema del que se hable, yo soy la lesbiana. Es sobre control de armas, ‘tortillera’. Es sobre cannabis, ‘lesbiana rarita’… Y la misoginia… ‘No me extraña que seas lesbiana. Ningún hombre te querría. Eres horrible’. Siempre son cosas así”. 

Una legisladora estatal habló de una experiencia en la que “localizaron mi dirección o hablaban sobre mi hija o mi mamá, o decían amenazas explícitas de violación o de muerte… Mi marido ayer me mostró un hilo en Reddit en el que algunas personas —hombres— hablaban de lo que me iban a hacer. Y a las mujeres no nos queda otra opción más que compartimentarlo”.

Otra legisladora señaló que sus agresores “no te dicen directamente que van a matar a tus hijos, pero hacen comentarios como ‘Vamos a entrar a su casa. Esta es la dirección. Esta es la foto de la casa. Vive en [nombre de la ciudad], pero sus hijos no van a la escuela [allí]; van al [nombre de una ciudad cercana]’”. 

Factores agravantes

Las autoridades informaron que la desregulación de la portación de armas y la viralidad de las redes sociales han agravado el daño y la prevalencia de las agresiones.

Armas

El 8 por ciento de legisladores estatales señaló haber sido objeto de intimidaciones armadas y el 2 por ciento de las autoridades locales indicó haber experimentado intimidaciones con armas, tanto contra su persona como contra su personal. El público tiene permitido portar armas en ciertas cámaras legislativas y oficinas.19 

El representante estatal Caleb Hemmer de Tennessee recordó una sesión legislativa con un debate candente sobre la seguridad armada que atrajo una alta asistencia por parte del público, donde las personas con permisos de portación oculta de armas podían entrar con armas a las áreas del Capitolio estatal donde están las oficinas de los representantes.

“Tuvimos una amplia variedad de visitantes en el Capitolio, desde madres de niños en edad escolar asustadas, hasta miembros del grupo Proud Boys armados y personas que defienden los derechos a la portación de armas”, rememoró Hemmer. 

“A mí me parecía ridículo y hasta peligroso permitir la portación de armas en el edificio durante protestas y debates políticos acalorados. El personal de seguridad me dijo la cantidad de armas que habían detectado en tan solo una de las entradas un día durante esta sesión especial. Calcularon que eran unas 30”. 

Mary González, representante estatal de Texas, señaló: “A veces estamos en el recinto legislativo y arriba en las galerías hay gente armada. Y, especialmente cuando tenemos debates controversiales, yo pienso: ‘Dios mío, una persona. No hace falta más que una sola persona’. Somos un objetivo facilísimo. Igualmente yo voy a hacer lo que debo hacer como legisladora. Pero no soy ingenua, nos puede pasar a cualquiera”. 

Otra legisladora estatal recordó haber asistido a un evento sobre seguridad armada afuera del Capitolio, en una sala adyacente a otra donde se realizaba una reunión de cuentos para niños. Y dijo que había detractores “con armas que fueron solo para demostrar su fuerza. Es un método de intimidación en sí mismo”.

El impacto civil de la agresión que reciben las autoridades

La agresión no solo perjudica a los funcionarios electos, sino también a todas las personas que quieren contar con un proceso democrático seguro, libre y de acceso igualitario. Muchas autoridades locales y estatales informan que la agresión a la que están sujetas ha desalentado su disposición para presentarse nuevamente a elecciones u ocupar un cargo más alto, para tomar la iniciativa sobre cuestiones controversiales como la libertad reproductiva, la regulación de las armas, la reforma del sistema de justicia penal y los derechos LGBTQ+, y para interactuar con su electorado en las redes sociales y en eventos públicos. 

Desgaste en la administración pública

Entre las autoridades locales, el 39 por ciento afirma que la agresión que enfrentan les aplaca su deseo de presentarse una segunda vez a elecciones; de este porcentaje, el 48 por ciento son mujeres y el 34 por ciento, hombres. El 37 por ciento indica que la agresión que enfrentan les mitiga su intención de presentarse para ocupar otro cargo o un cargo más alto; de este porcentaje, el 46 por ciento son mujeres y el 33 por ciento, hombres.  

El 12 por ciento de los legisladores estatales informa tener menos deseo de presentarse a elecciones para ocupar un cargo más alto, y el 50 por ciento cree que sus colegas podrían negarse a una posible reelección o a un cargo más alto porque fueron objeto de agresiones. Tal como señaló ante la prensa la senadora estatal Linda López de Nuevo México, después de que un candidato del partido político contrario hubiera tramado presuntamente un tiroteo en su casa y en la de otras autoridades:

“¿Vale la pena poner a mi familia en riesgo porque voto de una determinada forma, porque me adhiero a determinados ideales?”. footnote21_exf21mp 21 Robert Nott, “Lawmakers Worry Albuquerque Attacks Will Cool Desire to Run for Office,” Santa Fe New Mexican, January 17, 2023, https://www.santafenewmexican.com/news/local_news/lawmakers-worry-albuquerque-attacks-will-cool-desire-to-run-foroffice/article_2827fd88-9681-11ed-b434-3bcca7a1a90d.html; and Ayana Archie and Bill Chappell, “A Losing Republican Candidate in N.M. Is Charged over Shootings at Homes of Democrats,” NPR, January 18, 2023, https://www.npr.org/2023/01/17/1149464953/new-mexico-shooting-politicians-solomon-pena.

Estos hallazgos coinciden con la investigación anterior que llevó a cabo el Brennan Center sobre las amenazas que reciben las personas administradoras de elecciones —, de las cuales aproximadamente el 81 por ciento son mujeres. footnote22_f8xiyqa 22 Anita Manion et al., “Who Are Local Election Officials, and What Do They Say About Elections?,” MIT Election Data + Science Lab, February 24, 2022, https://electionlab.mit.edu/articles/who-arelocal-election-officials-and-what-do-they-say-about-elections. Una encuesta realizada en abril de 2023 reveló que el 30 por ciento de administradores electorales han recibido acosos, agresiones o amenazas debido a su trabajo.

Estas agresiones han provocado que muchas personas abandonen sus puestos. Debido a este recambio, para más de uno de cada cinco administradores electorales, las elecciones presidenciales de 2024 serán la primera vez que administren una elección presidencial. footnote23_q29yc7r 23 Brennan Center for Justice and Benenson Strategy Group, “Local Election Officials Survey — April 2023,” April 25, 2023, 13, https://www.brennancenter.org/our-work/research-reports/local-election-officials-survey-april-2023. A 2022 survey by the National League of Cities of its members found that 81 percent of respondents reported having been harassed, threatened, or subjected to physical violence. Clarence E. Anthony et al., On the Frontlines of Today’s Cities: Trauma, Challenges, and Solutions, National League of Cities, November 10, 2021, 11, https://www.nlc.org/resource/on-the-frontlines-of-todays-cities-trauma-challengesand-solutions/.  

La probabilidad de sufrir un desgaste significativo debido a las agresiones no resueltas genera una gran preocupación particularmente para los grupos que, a lo largo de la historia de los Estados Unidos, han enfrentado obstáculos para llegar a un cargo político y siguen teniendo una escasísima representación en todos los niveles de gobierno. footnote24_ft5reim 24 See Mona Lena Krook, Violence Against Women in Politics (New York: Oxford University Press, 2020). Tener la misma oportunidad para obtener cargos de representación política es importante no simplemente por cuestiones de inclusión, sino también porque una formulación de políticas a cargo de una legislatura más representativa permite servir mejor a todo el electorado. footnote25_jme055r 25 See Beth Reingold and Adrienne R. Smith, “Welfare Policymaking and Intersections of Race, Ethnicity, and Gender in U.S. State Legislatures,” American Journal of Political Science 56, no. 1 (January 2012): 131–47, https://www.jstor.org/stable/23075148.

A pesar de que más de la mitad de la población estadounidense son mujeres y que el 40 por ciento es de origen hispano o de raza no blanca, estos grupos ocupan una proporción muchísimo más pequeña de los cargos electos en todos los niveles de gobierno. footnote26_n6lqbni 26 United States Census Bureau, “Quick Facts: United States,” July 1, 2022, https://www.census.gov/quickfacts/fact/table/US/PST045222. Solo el 28 por ciento de congresistas y el 33 por ciento de legisladores estatales son mujeres. footnote27_8wotyxc 27 Center for American Women and Politics, “Women in Elective Office 2023,” accessed September 18, 2023, https://cawp.rutgers.edu/facts/current-numbers/women-elective-office-2023. Las personas no blancas ocupan tan solo el 25 por ciento de los escaños en el Congreso. footnote28_xzl1axd 28 Katherine Schaeffer, “U.S. Congress Continues to Grow in Racial, Ethnic Diversity,” Pew Research Center, January 9, 2023, https://www.pewresearch.org/short-reads/2023/01/09/u-s-congress-continues-to-grow-in-racial-ethnic-diversity/.

Y, en particular, las mujeres no blancas tienen una representación demasiado pequeña en el gobierno, ya que constituyen casi un cuarto de toda la población, pero ocupan tan solo el 9 por ciento de los escaños del Congreso y el 8 por ciento de los de las legislaturas estatales al año 2021. footnote29_9a9114h 29 Center for American Women and Politics, “Women in Elective Office 2021,” accessed September 18, 2023, https://cawp.rutgers.edu/women-color-elective-office-2021.

El abandono de un cargo político electo debido al riesgo de sufrir agresiones que no se resuelven resalta la escasa representación de estos grupos minoritarios no solo en los cargos locales y estatales, sino también en los niveles de gobierno de mayor jerarquía. Casi la mitad de todas las personas que, en la actualidad, ocupan un cargo en el Congreso fueron legisladores estatales. footnote30_gjwwkcp 30 Deanna Ross, “Flow of State Lawmakers to Congress Remains Strong,” National Conference of State Legislatures, December 5, 2022, https://www.ncsl.org/state-legislatures-news/details/flow-of-state-lawmakers-to-congress-remains-strong; and Congressional Research Service, Membership of the 118th Congress: A Profile, September 14, 2023, https://crsreports.congress.gov/product/pdf/R/R47470.

“Para lograr una democracia verdaderamente representativa, debemos eliminar todas las amenazas y agresiones contra cualquier persona que se presente como candidata, en especial mujeres y personas no blancas”, afirma Erin Vilardi, fundadora y CEO de Vote Run Lead, un programa de capacitación nacional que ayuda a las mujeres a ganar elecciones para ocupar cargos en todos los niveles de gobierno.  

Reticencia a abordar temas políticos candentes

Incluso luego de enfrentar agresión, presentarse a elecciones y ganarlas, las autoridades ven que su capacidad de avanzar con respecto a ciertos temas también se ve restringida por contraataques de carácter agresivo. El 44 por ciento de autoridades locales y el 87 por ciento de legisladores estatales informan haber experimentado agresiones debido a las posturas políticas que expresan.

El 39 por ciento de las autoridades locales y el 21 por ciento de legisladores estatales indican que tienen menos disposición para luchar y defender políticas controversiales debido a las agresiones. 

El 53 por ciento de legisladores estatales cree que las agresiones han desalentado a sus colegas de abordar temas que se volvieron controversiales por la llamada “guerra cultural” entre conservadores y liberales.

Este problema muy probablemente distorsione cómo se formulan las políticas públicas de manera que no se cumpla bien con el electorado en general. Dificultaría, además, que se elaboren leyes matizadas y con apoyo bipartidario.

Una persona republicana que ocupa una legislatura estatal y tiene posturas moderadas sobre el aborto señaló: “Varias personas abolicionistas, es decir, que creen en la abolición del aborto, han proferido amenazas de muerte contra mi familia, mis hijos, contra mí. He recibido amenazas de personas que defienden la legalización de la marihuana. Es una constante. Viene de todas las direcciones”.

La regulación de las armas surgió en repetidas ocasiones durante las entrevistas a legisladores como un tema que genera agresiones y les hace pensar dos veces antes de pronunciarse sobre el tema. La representante Kelly Cassidy de Illinois explicó su decisión de no presentar proyectos de ley sobre regulación de armas porque “mis hijos eran demasiado pequeños, y las amenazas eran demasiado frecuentes y demasiado específicas”.

También ocurre que, en ocasiones, legisladores más extremistas incitan a la crítica pública de otros colegas de su propio partido político con posturas más moderadas. Otra persona legisladora señaló: “No pueden abandonar la ortodoxia del partido en temas como el aborto, las armas o los derechos LGBTQ. Y por eso, no podemos lograr nada en estos temas cuando hay un gobierno dividido”.

La nación ya ha sido testigo de este tipo de extremismo dentro de un mismo partido durante la lucha que se libró para nombrar al presidente de la Cámara de Representantes durante 2023. Muchos integrantes republicanos informaron haber recibido una amplia gama de agresiones de parte del electorado republicano que fueron desde “un montón de blasfemias” hasta “amenazas de muerte creíbles y un torrente de llamadas amenazadoras”. footnote31_7qell8a 31 Melanie Zanona, Haley Talbot, and Sam Fossum, “Republicans Who Voted Against Jordan’s Speakership Bid Report Menacing Calls and Threats to Their Offices,” CNN, October 19, 2023, https://www.cnn.com/2023/10/19/politics/republicans-threats-jordan-speakerbid-votes-congress/index.html.

Menor interacción con el electorado

Los funcionarios políticos que lidian con los riesgos de agresión por su cuenta suelen reducir las oportunidades de interacción con el público, ya sea en persona o virtualmente. El resultado es un menor acceso del electorado a la política y una menor participación cívica.

El 46 por ciento de legisladores estatales indicó que las agresiones les ha disminuido su disposición para interactuar con el electorado en las redes sociales. El 52 por ciento de las autoridades locales dijo lo mismo. Más mujeres que hombres informaron una reticencia a participar en las redes por esta misma razón: en las legislaturas estatales, fue el 52 por ciento de las mujeres y el 43 por ciento de los hombres; y, entre las autoridades locales, fue el 65 por ciento de las mujeres y el 46 por ciento de los hombres.

Algunas autoridades dijeron que lo resuelven restringiendo sus comunicaciones en las redes sociales, publicando solo comunicados de prensa periódicos y no manteniendo conversaciones con el público en las redes. Muchas personas expresaron su pesar por tener que evitar un método fácil de conversar con su electorado. Algunas autoridades y sus familiares también restringen su actividad personal en las redes sociales.

Y otras hasta limitan su participación en los medios de comunicación tradicionales: el 28 por ciento de las legisladoras estatales mujeres evitan aparecer o ser entrevistas en los medios de comunicación debido a las agresiones, en comparación con el 17 por ciento de los legisladores hombres.

Las legisladoras estatales mujeres también son menos propensas que sus colegas hombres a organizar eventos en espacios públicos o a llevar a sus familias a los eventos. footnote32_guelcfk 32 For a study of intimidation in public life in the United Kingdom, see Committee on Standards in Public Life, Intimidation in Public Life, December 2017, 77–78, https://assets.publishing.service.gov.uk/government/uploads/system/uploads/attachment_data/file/666927/6.3637_CO_v6_061217_Web3.1__2_.pdf. Las autoridades locales también expresaron su preocupación a la hora de asistir a eventos públicos en persona. El 45 por ciento de autoridades locales mujeres y el 28 por ciento de sus colegas hombres manifestaron esta preocupación.

“Las amenazas y los acosos desenfrenados perjudicarán a toda persona candidata que tenga que tomar medidas para reducir su exposición pública, en especial a las mujeres y las personas no blancas, porque reciben mucha agresión llena de odio”, recalcó Ghida Dagher, CEO y presidenta de New American Leaders, una organización nacional, no partidista y sin fines de lucro que ayuda a líderes de origen inmigrante y a sus aliados a presentarse a elecciones.

“Ello restringe su capacidad de hacer campaña con libertad y plenitud y no le da la oportunidad al electorado de conocerles bien”.

Los funcionarios también expresaron un temor por su electorado y sus partidarios, tanto en las redes sociales como en sus oficinas, asambleas públicas, audiencias legislativas y otros espacios. Una persona legisladora estatal informó haber experimentado acosos o bullying en las redes sociales, “que, en primer lugar, tienen la intención de desalentar mi libertad de expresión, pero ciertamente también desalientan la libertad de expresión de otras personas que no están de acuerdo con las que hacen bullying sobre un determinado tema”.

La representante estatal Kristine Reeves de Washington describió cómo “varias personas voluntarias me contaron que las habían amenazado a punta de arma” mientras solicitaban votos. La representante Ruwa Romman de Georgia también reconoció los posibles peligros de la solicitación de votos y agregó que ella “no dejaba que sus personas voluntarias salieran a solicitar votos solas.

Algunas de las personas con más experiencia se enojaban por esto, pero para mí no valía la pena arriesgarse. También les pedíamos que regresaran cuando se hacía de noche, lo cual era difícil durante el invierno, pero así son las cosas”.

Traducción de Ana Lis Salotti.

End Notes