La corrupción pública perjudica a la ciudadanía y socava la democracia. El uso indebido del dinero de los contribuyentes desvía recursos destinados a servicios esenciales, mientras que el abuso del poder y la desigualdad sistémica intensifican la decepción del pueblo con el gobierno.
Estados Unidos ha sido testigo de la corrupción y sus efectos nocivos durante toda su historia, pero este momento es diferente. Las medidas de protección incorporadas en nuestro sistema constitucional están fallando ante un poder ejecutivo sin controles por parte del Congreso y la Corte Suprema. Mientras tanto, los grandes donantes dominan el gasto electoral como nunca antes y usan su acceso privilegiado y enorme influencia para inclinar las políticas a su favor.
La creciente amenaza de la concentración de la riqueza y el poder que domina nuestro sistema político exige reformas de gran envergadura para restaurar la confianza e integridad del gobierno. El Brennan Center realiza investigaciones exhaustivas sobre los daños de la corrupción y promueve soluciones de política pública innovadoras para devolverle el poder democrático al pueblo estadounidense.