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Análisis

El censo en la comunidad latina

Tres expertos nos cuentan los últimos esfuerzos para alentar a los latinos a que respondan al censo y por qué es tan importante.

Abril 13, 2020
census place
ASSOCIATED PRESS

Cada diez años, el censo da cuentas de la pobla­ción del país para determ­inar la repres­enta­ción de las comunid­ades en las legis­lat­uras estatales y en el Congreso, y calcu­lar los fondos federales para todos los servi­cios esen­ciales desde las escuelas y calles hasta los hospitales.

La gran pobla­ción de lati­nos del país puede hacer valer este poder político y recibir estos fondos sola­mente si todos parti­cipan en el censo, pero muchos lati­nos no lo hacen, a menudo por miedo a que el gobi­erno ileg­al­mente intente util­izar sus respues­tas en contra de los inmigrantes indoc­u­menta­dos.

Mireya Navarro del Bren­nan Center habló con tres exper­tos sobre cómo aumentar la parti­cipa­ción de los lati­nos durante esta primavera en medio de la pandemia del coronavirus: Carlos Menchaca, copres­id­ente del Grupo de Trabajo para el Censo del 2020 del Consejo Muni­cipal de la Ciudad de Nueva York; Emely Paez, direct­ora de Asun­tos Guber­na­mentales y Parti­cipa­ción Cívica de la Hispanic Feder­a­tion; y Jorge Luis Vasquez Jr., abogado asociado de Latino Justice-PRLDEF.

Esta entrev­ista fue modi­ficada para mayor clar­idad y brevedad.

Emely Paez
Emely Paez

¿Cómo la crisis por el coronavirus ha afectado el esfuerzo para aumentar el número de respues­tas al censo entre las vivien­das de lati­nos en la ciudad de Nueva York, dado que es el epicentro de la pandemia del país?

Emely Paez: Esta crisis de salud pública ha creado tanto opor­tunid­ades como desafíos. Defin­it­iva­mente ha afectado la difusión al no poder estar en las calles, ni hablar con la gente o nuestros veci­nos. Sin embargo, dado que se acon­seja quedarse en casa, podemos maxim­izar el uso de nuestros medios virtuales (redes sociales y medios de comu­nic­a­ción masiva) que traba­jan con organ­iza­ciones y nuestras esta­ciones de radio para lograr la parti­cipa­ción de las comunid­ades.

Carlos Menchaca
Carlos Menchaca

Carlos Menchaca: Creo que esto tendrá su lado posit­ivo. Todos nos segui­mos por Instagram y Face­book. La gente dice: “Fue fácil, hazlo”. Luego otros responden y dicen: “Yo completé el censo”. Y después: “Ve y convence a diez perso­nas más que lo hagan”. Este es el tipo de esfuerzo orgánico que está ocur­riendo en esta pequeña recá­mara de comu­nic­a­ción en la que nos encon­tramos. La gente tiene las orejas para­das en este momento.

Los lati­nos son uno de los grupos que sistemát­ica­mente quedan fuera de los conteos del censo. ¿Cuáles son algunos de los obstácu­los para obtener la parti­cipa­ción plena de los lati­nos en el 2020?

Jorge Luis Vasquez
Jorge Luis Vasquez

Jorge Luis Vasquez Jr.: Hace poco hici­mos unos tele­maratones en vivo con difer­entes medios de comu­nic­a­ción y la pregunta que más nos hici­eron fue si el censo del 2020 incluye alguna pregunta sobre ciudadanía y si los no ciudadanos también pueden parti­cipar. Debemos educar: no hay ninguna pregunta sobre ciudadanía y no importa dónde nació la persona, ni si es o no ciudadano estadounidense.

Menchaca: Lo primero que oigo es: “Ah, ¿el censo? No es para mí. No lo voy a hacer. Soy inmigrante”. Y lo segundo que oigo es que no es import­ante: “No tengo tiempo para eso”.

La gente no entiende el verda­dero poder del censo. Sola­mente sien­ten el miedo de que la inform­a­ción recolectada será guardada en algún sitio del gobi­erno y util­iz­ada para la máquina de deporta­ciones. Lo que no ven es que, cuando parti­cipan del censo, no solo están protegidos, sino que también están facil­it­ando miles de dólares por persona para su barrio. Hay poca confi­anza en el gobi­erno por la admin­is­tra­ción de Trump y poco acceso a inter­net y a computa­doras: esas barreras no van a desa­pare­cer.

¿Cómo están intent­ando traspasar esas barreras?

Paez: Además de las plata­formas virtuales y los medios de comu­nic­a­ción masiva, estamos util­iz­ando un sistema de mensajes de texto y llama­das tele­fón­icas. Envi­are­mos mensajes de texto en español e inglés a los telé­fonos celu­lares de las perso­nas que ya se inscribi­eron en los sistemas de mensajes de la Hispanic Feder­a­tion. Estos son indi­viduos que vini­eron a nuestra oficina o forman parte de nuestro universo de 74 agen­cias miem­bro en la ciudad de Nueva York. El objet­ivo es asegur­arnos de que la gente se harte de escuchar hablar del censo y diga: “Sí, ¡me rindo! ¡Me doy por vencida! ¡Le doy diez minutos y completo el censo!”

Menchaca: En este momento, lo que real­mente estamos haciendo en la ciudad es reor­gan­iz­arnos, de modo que pasamos de real­izar todas nuestras opera­ciones puerta a puerta, que iba a ser una parte import­antísima de nuestros esfuerzos, a hacerlo todo online. Este es solo el comi­enzo y espero que, a medida que nos acer­que­mos al verano, podamos presentar mejores datos que demuestren que en verdad estamos haciendo las cosas bien. Contamos con nuestros vínculos con las organ­iza­ciones comunit­arias para conectar­nos con sus miem­bros.

Emely, dijiste que los jóvenes lati­nos desem­peñan un papel espe­cial en las familias de inmigrantes. 

Paez: Los jóvenes lati­nos son los que guían a sus familias. Dado que pasaron por el sistema educat­ivo de los Esta­dos Unidos, están más famil­i­ar­iz­a­dos con la cultura estadounidense. Pueden ayudar a sus padres a entender cuáles son los mitos y cuál es la real­idad y por eso son esen­ciales a la hora de asegur­arse de que nuestras vivien­das se cuen­ten durante el censo. Es import­ante que nuestras comunid­ades (guatem­al­te­cos, colom­bi­anos, domin­icanos, puer­tor­riqueños…) entiendan que nuestras familias pueden tener una cultura distinta, pero que, cuando estamos aquí en los Esta­dos Unidos, hay una sola cultura, ¿no?

¿Cuáles son las consecuen­cias de no saber la cantidad real de lati­nos que viven en el país? 

Vasquez: Mi estado natal, el estado de Nueva York, corre el riesgo de perder anual­mente más de $2,600 por cada persona que no responde al censo. Y eso solo corres­ponde a 10 progra­mas federales. El país no puede afrontar la pérdida que implica que los lati­nos no parti­cipen en el censo.

Menchaca: Hay mucho en juego. Una dismi­nu­ción en los conteos de las comunid­ades de lati­nos y de habla hispana signi­fica una dismi­nu­ción en los fondos para salud y educa­ción. Durante mi desem­peño como miem­bro del Consejo Muni­cipal, veo con mucha frecuen­cia lo impos­ible que es construir escuelas en las comunid­ades de inmigrantes. Eso ocurre porque no tenemos todos los fondos que neces­it­amos del gobi­erno federal. También está toda la infraes­truc­tura que el gobi­erno federal puede contribuir en una ciudad, las vivien­das, las calles, los parques en nuestros barrios. Esto conl­l­eva a la repres­enta­ción. Neces­it­amos más repres­enta­ción en el Congreso. 

¿Cuál es su mensaje prin­cipal para alentar a los lati­nos a respon­der a la carta del censo?

Vasquez: Todos tienen la misma voz para parti­cipar en el censo. Todos tienen la misma obliga­ción.

Menchaca: El mensaje ahora es este: si estás en casa sintién­dote desam­parado, sin salida, lo que puedes hacer para ayudarte a ti, a tu comunidad y a tu ciudad es conven­cer a otros de que completen el censo. Es lo único que va a salvar a nuestra ciudad en esta crisis econ­óm­ica masiva que está por venir.

Paez: Diez pregun­tas van a impactar a nuestras comunid­ades durante los próx­i­mos diez años. El censo cuenta la historia de las comunid­ades lati­nas, su pasado, presente y futuro.

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