Los planes de la administración para combatir el delito dictando políticas estatales de fianza o desplegando la Guardia Nacional no garantizan la seguridad a largo plazo, pero hay muchas otras formas comprobadas de reducir la delincuencia.
El apoyo de la administración Trump a la agenda de la industria del petróleo y el gas ofrece otro ejemplo de cómo los intereses especiales de los ricos influyen en las políticas.