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Hoja informativa

El impacto de la supresión del voto en las comunidades no blancas

Hay estudios que demuestran que las nuevas leyes afectan muchísimo más a las comunidades votantes no blancas. Se necesitan más leyes federales que las protejan.

Publicado: Abril 20, 2022
Residents wait in long line to vote in a presidential primary election outside the Riverside High School in Milwaukee, Wisconsin, on April 7, 2020
Kamil Krzaczynski/AFP via Getty Images

Durante los últimos diez años, muchos académicos han estudiado las innumerables formas en que ciertas reglas electorales estatales hacen que la participación en las elecciones sea muchísimo más difícil para los ciudadanos no blancos que para otros grupos. Estas reglas incluyen leyes estrictas que requieren la identificación de votantes, filas muy largas el día de las elecciones y otras facetas de nuestro sistema electoral. Este análisis cataloga algunos de los hallazgos más prominentes de estos estudios sobre el impacto negativo de las restricciones al voto sobre los votantes no blancos.

Hay cada vez más pruebas que demuestran que las leyes más estrictas que requieren que los votantes muestren su identificación para votar afectan muchísimo más a los votantes no blancos.

  • Mediante datos locales de participación en las elecciones recolectados en todo el país, se ha demostrado que la brecha racial en la participación se agranda cuando los estados promulgan leyes estrictas de identificación de votantes.
  • También se ha estudiado específicamente la participación en Carolina del Norte de personas que no presentaban la identificación requerida, y se halló que haber promulgado esta ley estricta de identificación de votantes redujo la participación en las elecciones. Los efectos de esta ley se siguieron sintiendo incluso después de que se hubiera revocado la ley.
  • Otro estudio demostró que en Texas la gran mayoría de las personas a las que no se les habría permitido votar si no estuviera la “Declaración de Impedimentos Razonables” (Reas­on­able Imped­i­ments Declar­a­tion, un recurso judicial que les permite votar a las personas elegibles aun si no tienen su identificación correspondiente) era de las comunidades latinas o negras. Los autores del estudio afirman que sus “hallazgos indican que las leyes estrictas de identificación de votantes desalientan a votar a un grupo principalmente minoritario que, si no fuera por estas leyes, iría a votar”.
  • Un artículo en el que se utilizó la misma metodología y registros administrativos parecidos demostró que los votantes no blancos en Míchigan tenían más probabilidades de ir a votar sin la identificación requerida.
  • Y otro estudio utilizó datos de varias encuestas para demostrar que los votantes no blancos en muchos estados de todo el país no poseían la identificación necesaria para votar en su estado.
  • Si bien algunos estudios afirman que los requisitos de presentar una identificación para votar tienen muy poco efecto sobre la participación total en las elecciones, queda de manifiesto que los votantes no blancos tienen menos probabilidades de poseer la identificación requerida para participar.

 Las reglas que restringen la votación los domingos, como las propuestas el año pasado en Geor­gia y en Texas, recaerían mucho más sobre los votantes no blancos.

  • Nuestro estudio demostró que era muchísimo más probable que sean los votantes no blancos los que vayan a votar un domingo en Geor­gia.
  • Otro estudio afirma que estos votantes que prefieren el domingo para votar no pueden acudir a las urnas muy fácilmente otros días de la semana cuando se reducen los días para votar. Por ejemplo, cuando en 2012 Florida prohibió llevar a cabo votaciones los domingos, la comunidad negra que votó el domingo en 2008 muy probablemente se abstuvo de votar luego.

Los votantes no blancos casi siempre deben esperar más tiempo el día de las elecciones; un tiempo de espera que empeoraría si se redujeran otras opciones, tales como la votación por correo o la ampliación del horario para votar durante la votación anticipada.

  • Nuestro informe de 2020, que estudió los tiempos de espera recolectados en una encuesta nacional, indic­a que los votantes no blancos de todo el país dijeron esperar más tiempo para votar en las elecciones legislativas de 2018 que los votantes blancos.
  • Otro estudio empleó datos de teléfonos celulares para demostrar lo mismo: los tiempos de espera son más largos en los barrios con más minorías raciales y étnicas.
  • Otra investigación —que incluye análisis del Bren­nan Center— también utilizó datos administrativos para demostrar que los sitios de votación con menos votantes blancos tenían más tiempos de espera.

Sin embargo, incluso las opciones de votación por correo no implican una participación más igualitaria. Los votantes no blancos también enfrentan dificultades para votar por correo.

  • Nuestro estudio demostró que se rechazaron muchas más boletas de voto por correo de votantes no blancos que de votantes blancos en las elecciones primarias de 2020 en Geor­gia.
  • Otros estud­ios indican que ocurrió lo mismo en las elecciones generales de 2018 en Geor­gia y Flor­id­a.

La consolidación de sitios de votación también es perjudicial especialmente para la participación en las elecciones de las minorías raciales y étnicas.

  • El Bren­nan Center realizó el primer estudio académico que documenta los efectos de la pandemia de Covid-19 sobre la participación en las elecciones. Demostramos que la consolidación de sitios de votación redujo la participación en Milwau­kee durante las elecciones primarias presidenciales, y que estos efectos fueron mucho más prominentes en la población negra votante que en la blanca.
  • Este estudio se suma a otro que revela que los votantes no blancos se ven mucho más afectados por el cierre de sitios de votación. Esto puede deberse a un acceso más limitado a los medios de transporte.

 

Traducción de Ana Lis Salotti